La luz en la cocina.
Para que una cocina sea buena y nos sea cómoda la luz es muy importante, sobre todo la luz natural pero hay que iluminar también con luz artificial aquellos rincones donde no llegue una luz natural o por la noche tendremos que tener claro que una buena iluminación es la que combina luz general y puntual.
Esto significa que la luz artificial en necesaria para reducir sombras, resplandores y puntos donde nuestra actividad en la cocina necesita una mayor luminosidad a la hora de trabajar.
Normalmente usaremos tres mezclas de iluminación:
Luz ambiental o general, es aquella que nos proporciona la suficiente luz en la cocina para permitirnos desplázanos sin ningún problema y poder ver dentro de armarios y cajones solemos ubicarlas en los sitos puntos más altos como el techo para que su radio sea mayor siempre que tengamos en cuenta que sean lo más claro posibles o blancas ya que si las ponemos con algún tono se harán sobras y esto trataremos de evitarlo a toda costa en general que pueden ser empótrales o también llamados los downlight de techo, fluorescentes que ya cada vez son menos usados pero que son la de más larga duración y menor coste o lámparas pero con su número y su ubicación debemos obtener una luz uniforme sin puntos oscuros o calientes y a ser posible una luz blanca, ahora en el mercado hay mucha variedad tanto en intensidad como en tonalidades.
El sistema de iluminación ideal para cocinas será aquel que pueda integrar luz general con luces puntuales.
Pero también será de suma importancia la luz puntual que se dispondrá sobre las diferentes áreas de trabajo. Cada área (preparación de alimentos, cocción, comedor, etc.) tendrá su iluminación sectorizada.
Luz dirigida, con ella conseguimos una luz concentrada sin sombras que usaremos para manipular los alimentos o marcarnos una zona en especial. Hay infinidad de luces direccionales, pero ahora lo que más nos piden nuestros clientes son los leds que emite luz policromática una luz blanca y pequeña las ventajas de los leds respecto a las bombillas tradicionales o incluso las de bajo consumo son demasiadas para que nos inviten a elegirlas los leds tienen una mayor eficiencia eléctrica, no producen calor, tienen una vida de más de 50 mil horas y con unas medidas de 70 x 70 x 8 mm, con ellas tenemos la opción de iluminar el interior de cualquier mueble alto o vitrina y una máxima resistencia a los golpes,
Luz decorativa, nos sirve como elemento decorativo y nos ayuda a crear puntos centrales como exhibir una vitrina para que se vea la vajilla, un cuadro o la zona de comedor.
Estas las podemos conseguir con luces deslizables empotrables de alta intensidad o accesorios colgantes.
Cada una uno de estos estilos debemos poder manejarlos por separado para poder elegir la mezcla de iluminación, la zona que vayamos a usar en un momento determinado o todo a la vez.
Tendremos que tener en cuenta el saber equilibrar el tipo de luz y la cantidad, porque con ello podemos percibir, realzar, acentuar y hasta intensificar el valor de los muebles y los objetos que queramos destacar.
Una buena planificación y la elección de los materiales (lámparas, halógenos, leds etc.)y su distribución podemos obtener el aspecto y la atmósfera deseada.
Para que una cocina sea buena y nos sea cómoda la luz es muy importante, sobre todo la luz natural pero hay que iluminar también con luz artificial aquellos rincones donde no llegue una luz natural o por la noche tendremos que tener claro que una buena iluminación es la que combina luz general y puntual.
Esto significa que la luz artificial en necesaria para reducir sombras, resplandores y puntos donde nuestra actividad en la cocina necesita una mayor luminosidad a la hora de trabajar.
Normalmente usaremos tres mezclas de iluminación:
Luz ambiental o general, es aquella que nos proporciona la suficiente luz en la cocina para permitirnos desplázanos sin ningún problema y poder ver dentro de armarios y cajones solemos ubicarlas en los sitos puntos más altos como el techo para que su radio sea mayor siempre que tengamos en cuenta que sean lo más claro posibles o blancas ya que si las ponemos con algún tono se harán sobras y esto trataremos de evitarlo a toda costa en general que pueden ser empótrales o también llamados los downlight de techo, fluorescentes que ya cada vez son menos usados pero que son la de más larga duración y menor coste o lámparas pero con su número y su ubicación debemos obtener una luz uniforme sin puntos oscuros o calientes y a ser posible una luz blanca, ahora en el mercado hay mucha variedad tanto en intensidad como en tonalidades.
El sistema de iluminación ideal para cocinas será aquel que pueda integrar luz general con luces puntuales.
Pero también será de suma importancia la luz puntual que se dispondrá sobre las diferentes áreas de trabajo. Cada área (preparación de alimentos, cocción, comedor, etc.) tendrá su iluminación sectorizada.
Luz dirigida, con ella conseguimos una luz concentrada sin sombras que usaremos para manipular los alimentos o marcarnos una zona en especial. Hay infinidad de luces direccionales, pero ahora lo que más nos piden nuestros clientes son los leds que emite luz policromática una luz blanca y pequeña las ventajas de los leds respecto a las bombillas tradicionales o incluso las de bajo consumo son demasiadas para que nos inviten a elegirlas los leds tienen una mayor eficiencia eléctrica, no producen calor, tienen una vida de más de 50 mil horas y con unas medidas de 70 x 70 x 8 mm, con ellas tenemos la opción de iluminar el interior de cualquier mueble alto o vitrina y una máxima resistencia a los golpes,
Luz decorativa, nos sirve como elemento decorativo y nos ayuda a crear puntos centrales como exhibir una vitrina para que se vea la vajilla, un cuadro o la zona de comedor.
Estas las podemos conseguir con luces deslizables empotrables de alta intensidad o accesorios colgantes.
Cada una uno de estos estilos debemos poder manejarlos por separado para poder elegir la mezcla de iluminación, la zona que vayamos a usar en un momento determinado o todo a la vez.
Tendremos que tener en cuenta el saber equilibrar el tipo de luz y la cantidad, porque con ello podemos percibir, realzar, acentuar y hasta intensificar el valor de los muebles y los objetos que queramos destacar.
Una buena planificación y la elección de los materiales (lámparas, halógenos, leds etc.)y su distribución podemos obtener el aspecto y la atmósfera deseada.
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